Aayer en un reportaje periodístico difundido en Panorama de Panamericana TV se puso al descubierto pedidos exclusivos y personalizados hechos por algunos parlamentarios para sus despachos congresales, pero que, como era de esperarse, no fueron pagados con dinero de sus bolsillos, sino con el presupuesto de todos los peruanos. Es decir además de mocha sueldos, nuestros parlamentarios quieren lujos y beneficios con el dinero que le pertenece a todos los peruanos y que debería servirá para el cierre de brechas en salud y educación y no para acomodar mejor a los integrantes del desprestigiado Congreso de la República.
Uno de ellos es el legislador David Jiménez, de la bancada de Fuerza Popular, quien solicitó 32 metros de una alfombra de alto tránsito que le costó al Estado más de 5 mil soles cuando en diferentes tiendas la alfombra más exclusiva no supera los 3 mil soles.
Otro parlamentario cuestionado es Segundo Montalvo, de Perú Libre, autor de la última ley mordaza. Este legislador pidió para su oficina una pizarra de vidrio templado cuyo valor supera los 1280 soles.
De igual forma, Jorge Alberto Morante, de Fuerza Popular, pidió un frigobar, Waldemar Cerrón, solicitó un exhibidor de vidrio valorizado en 5,400 soles, y el parlamentario Juan Carlos Lizarzaburo, pidió para su despacho una mampara de vidrio que cuesta 10,125 soles.