El Hospital Regional del Cusco realizará el 6 de mayo una campaña de despistaje gratuita para detectar enfermedades genéticas en pacientes que presentan pérdida progresiva de la fuerza muscular.
Al respecto, el médico genetista del nosocomio cusqueño, Edward Ochoa Valle, detalló que esta campaña impulsada por el Gobierno Regional Cusco mediante la Gerencia Regional de Salud (GERESA) tiene como objetivo la detección temprana de estas enfermedades en la población más vulnerable.
“Lamentablemente, en el Perú estas enfermedades no son diagnosticadas de manera oportuna, un paciente puede padecerlas, presentar los síntomas por años y ser tratado en diversas especialidades médicas antes de obtener un diagnóstico acertado”, resaltó el especialista.
Cabe indicar, que este tipo de iniciativas presentan un gran avance para el diagnóstico y tratamiento oportuno de este tipo de enfermedades, como POMPE, la cual cuenta con un tratamiento específico que permite cambiar el curso de la enfermedad otorgándole al paciente una mejor calidad de vida.
Ochoa Valle, convocó a los pacientes que presentan síntomas como dificultad para levantarse de una posición echada, necesitando girar al costado y apoyarse con las manos para levantarse, así como dificultad para subir escalones y levantar las piernas para atrás.
De igual modo, problemas para caminar presentando balanceo en las caderas al caminar, dificultad para levantar los brazos como, por ejemplo, al peinarse y dificultad para respirar o falta de aire para que concurran en la campaña gratuita. “Recordar que el mal de POMPE es la única enfermedad neuromuscular que tiene tratamiento específico”, enfatizó el médico genetista del Hospital Regional.
DESARROLLO DE LA CAMPAÑA
- La evaluación clínica se desarrollará en el consultorio de genética, el 6 de mayo de 08:00 a 12:00 horas.
- Con el paso de los años la pérdida progresiva de la fuerza muscular provoca la disminución de la capacidad física, limitando las actividades de las personas como caminar, saltar o correr entre otras.
- Entre 7 y 9 años es el promedio para llegar al diagnóstico de la enfermedad de POMPE en pacientes adultos, ocasionándoles discapacidad por el curso natural de la enfermedad.