Desde su llegada, el crowdfunding ha cambiado la forma de invertir. Hablamos de un método que ofrece importantes beneficios no solo para los interesados en poner en marcha una idea de negocio, sino también para los inversores.
La principal ventaja de invertir su dinero a través del financiamiento participativo radica en la posibilidad de diversificar la cartera, y mantener la operatividad con la banca tradicional. Sin embargo, esta es apenas una parte de lo que tiene para ofrecer.
Mayor rentabilidad y seguridad
A diferencia de los productos de inversión regulares, por media, la rentabilidad oscila entre el 7% y el 8%, aunque en algunos proyectos es posible obtener hasta más del 30%, nada mal teniendo en cuenta el 1% y 2% que ofrecen los bonos de deuda de estados solvente o los depósitos a plazo fijo.
Para tranquilidad de los inversionistas, cada plataforma digital de financiamiento participativo se apega a las normativas que establece la Comisión Nacional del Mercado de Valores, así como las relacionadas con la operatividad del comercio electrónico, la protección de información personal y el blanqueo de capitales.
Pero eso no es todo, la publicación de los proyectos está sujeta a la previa aprobación de un estudio de viabilidad. Esto implica que se reducen los riesgos tanto de posibles estafas, como de insolvencias.
Cartera diversificada
Otro punto que justifica el nivel de popularidad que presume el crowdfunding está relacionado con la variedad de productos para elegir. Actualmente, no solo podemos disfrutar de diferentes modalidades de inversión, sino de opciones que abarcan desde valores de Sociedades Anónimas, hasta préstamos.
En cualquier caso, las plataformas garantizan la comunicación con los emprendedores del proyecto en el que depositamos nuestro dinero. La ventaja de ello está en la oportunidad de aportar ideas o, sencillamente, resolver cualquier duda.
Aunque las ventajas mencionadas son de gran utilidad, ninguna de ellas se compara al hecho de poder comenzar a participar con cantidades mínimas de capital. Si bien todo depende de la plataforma elegida, por lo regular, no requieren de grandes inversiones.
En cuanto a los límites, el método persigue la democratización del mercado, de esta manera, se rige por el esquema del inversor no acreditado. Esto quiere decir que el volumen de inversión máximo es de 3000 € anuales en un mismo proyecto.