La situación económica en Bolivia sigue empeorando, y la devaluación del boliviano frente al sol peruano es uno de los principales factores que está alterando la dinámica en los mercados de la frontera. En la ciudad binacional de Desaguadero, el tipo de cambio alcanzó niveles históricos: 5,18 bolivianos por cada sol peruano, lo que ha generado un aumento significativo en los precios de los productos importados desde Perú y ha afectado el comercio en esta zona.
Las “caseras” o vendedoras de los mercados en la zona fronteriza están enfrentando serias dificultades. La devaluación del boliviano ha encarecido los productos peruanos, y muchas vendedoras bolivianas han decidido dejar de comercializarlos debido a los elevados costos.
“Casi el triple (cuestan los productos) porque el sol está más de cinco bolivianos y ya no conviene traer productos peruanos”, indicó una vendedora local y añadió que la falta de estabilidad en los precios está afectando gravemente las ventas. Muchas prefieren ofrecer productos nacionales, aunque estos también han subido de precio. “Prefieren lo nacional, quizás porque está un poquito menos, pero va subiendo cada semana”, agregó.
Además, la escasez de algunos productos bolivianos está generando cambios en las preferencias de los consumidores. Productos como la leche enlatada, que antes era una opción popular en los hogares bolivianos, ahora se están vendiendo en presentaciones más económicas, como en bolsa, ante la imposibilidad de acceder a los productos más caros. “La leche PIL estaba a 11 bolivianos en lata, ahora viene en bolsa porque en lata cuesta 20″, comentó otra vendedora y añade que la situación es insostenible y obliga al cierre de varios negocios.
El impacto de la devaluación del boliviano también se siente en otras partes de Bolivia, como en Cochabamba que está ubicada en el centro del país altiplánico donde los ciudadanos hacen largas colas frente a los supermercados de EMAPA para conseguir productos básicos a precios un poco más económicos.