El Ministerio de Cultura declaró Patrimonio Cultural de la Nación a la Festividad de la Virgen Natividad del distrito de Huayllabamba, provincia de Urubamba, por ser un espacio en el cual confluyen aspectos de la religiosidad católica con la veneración a los apus tutelares y el ciclo agrícola.
Así lo establece la Resolución Viceministerial N° 000109-2022-VMPCIC/MC, publicada en el boletín de Normas Legales del Diario Oficial El Peruano, que sostiene que esta declaración responde también a que esta festividad es el resultado de un proceso histórico prolongado de introducción y apropiación de la advocación mariana por parte de la población quechua y mestiza local.
Asimismo, constituye un medio a través del cual se renuevan los vínculos de reciprocidad y solidaridad entre los huayllabambinos, mediante una serie de expresiones artísticas vinculadas con la devoción a la Virgen María.
La advocación a la Virgen María fue introducida en el distrito de Huayllabamba desde las primeras décadas de la administración española. Se tiene registro de la fundación de un convento franciscano en Urquillos en 1560. Esta orden religiosa tenía como advocación predilecta a la Virgen Inmaculada Concepción.
Durante la década siguiente se construiría el templo de San Juan Bautista de Huayllabamba; que entre los siglos XVII y XVIII sería reedificado siguiendo el estilo barroco. Como resultado de las labores evangelizadoras, tanto el catolicismo como la advocación mariana se difundirían entre los pobladores locales, quienes mantendrían algunas creencias y costumbres prehispánicas.
Hacia fines del siglo XVII, comienzan a aparecer en el pueblo de Huayllabamba cofradías, agrupaciones laicas organizadas en torno a la veneración de un santo, por medio de las cuales determinados individuos, colectivos y gremios participaban de la sociedad colonial.
Desde inicios del siglo XX comenzaría a venerarse a la Virgen Natividad en Huayllabamba, desplazando al culto a la Virgen Inmaculada Concepción. Los devotos de la Virgen Natividad la vinculan con una pintura mural del siglo XVIII, en la que se representa a María con las manos juntas y los cabellos sueltos, llevando una capa celeste y una corona rodeada de luz y doce estrellas.
La Virgen así representada se encuentra rodeada de nubes, y debajo de ella se retrata a una serpiente con un corazón de fuego en la boca. El mural se encuentra en el sector de Mamacha Pata, a los pies del apu Llawlli Moqo. Por esta zona discurre el agua de dos manantiales: “Misk’i Unu” y “Qonoq”, en los que anteriormente se realizaban rituales relacionados al agua durante la limpieza de acequias.
Alrededor de la pintura mural se construyó una capilla, la que comenzó a ser utilizada a inicios del siglo XIX por el mal estado del templo principal del pueblo. Ambas edificaciones religiosas han sido objeto de remodelaciones. En el marco de una de las primeras, a inicios del siglo XX, el párroco del pueblo mandó a elaborar una escultura de la Virgen Natividad, la que se sigue venerando hasta el día de hoy.
FESTIVIDAD EN SETIEMBRE
La Festividad de la Virgen Natividad del distrito de Huayllabamba se celebra del 7 al 15 de setiembre en la capital distrital. Su realización está a cargo de los carguyuq o mayordomos, cargos religiosos rotativos asumidos anualmente por un individuo o pareja. De esta manera, el carguyuq mayor de Albazo, quien recibe la denominación de albazo Majeño aproximadamente desde hace diez años, organiza las salvas de camaretazos y prepara el vestuario de la virgen.
Asimismo, el carguyuq mayor de velada es el responsable de ambientar el atrio, organizar la velada y el alba a la Virgen en la víspera de la fiesta. Por su parte, el carguyuq de la octava es el responsable de organizar las actividades de los días 14 y 15 de setiembre.
La festividad propiamente dicha inicia el 7 de setiembre, desarrollándose en los espacios sagrados del templo mayor San Juan Bautista, la capilla de la Virgen, el atrio y otros espacios como la plaza de armas, el estadio y las calles del recorrido procesional. Iniciándose con la realización de la víspera. Hacia el mediodía, los miembros del concejo parroquial realizan el cambio de indumentaria, donado por el mayordomo de Albazo Majeño a la imagen de la Virgen Natividad, pidiendo previamente permiso por medio de una oración.
Hacia las 4 de la tarde, los carguyuq y danzantes, acompañados de amigos y familiares, participan en la procesión en la que la imagen sube desde la iglesia San Juan Bautista hasta la capilla de Mamacha Pata, luego de la cual se realiza la misa de víspera. Durante la noche, se realiza la velada a la Virgen, con el acompañamiento de los cargos mayores Albazo y Velada con sus respectivos músicos. Asimismo, algunas comparsas se agrupan para participar en la velada.
De esta manera, se recibe el día 8 de setiembre con una quema de castillos, antes de la cual los participantes de la velada ingresan al templo para ofrecer oraciones y cantos a la Virgen Natividad. Al amanecer, personas designadas por el mayordomo de Albazo Majeño realizan una salva de veintiún camaretazos y ejecutan una diana en homenaje a la Virgen con acompañamiento de algunas danzas.
DANZAS
Las danzas y agrupaciones de danzantes juegan un papel muy importante en la Festividad de la Virgen Natividad del distrito de Huayllabamba. Durante esta se presentan un total de trece danzas, algunas de las cuales se practican únicamente en el distrito y localidades aledañas.
Es el caso de la danza Saqsamphillo (cuyo nombre hace referencia a la cabellera del maíz jaspeado anaranjado), que se habría originado durante el siglo XIX en Huayllabamba. En ella, se representan guerreros prehispánicos que también son guardianes de la Virgen Natividad.
Asimismo, la danza Barberos, en la que se representan oficios existentes antes de la Reforma Agraria, y relacionados con los hacendados de la zona (mayordomos de hacendados, peluqueros de trabajadores, médicos).
La danza Kuka Saru (nombre que en quechua hace referencia a “pisar coca”) también es satírica; en ella, se representa a los jóvenes del distrito que migraban para trabajar en la cosecha de coca en la selva del departamento de Cusco, regresando cansados y enfermos. A estas expresiones se suma la danza Tusuq Wayna (nombre que en quechua significa “joven que baila”), que representa la alegría de la juventud.