China está planteándose reforzar la vacunación de su población, inoculada mayoritariamente con antígenos de manufactura local de virus inactivado, con una dosis adicional de la vacuna de ARN mensajero desarrollada por Pfizer y BioNTech.
Fuentes cercanas a los reguladores farmacéuticos chinos citadas de manera anónima por Caixin indicaron que “las autoridades chinas planean usar la vacuna (de Pfizer-BioNTech) como dosis de refuerzo para la gente que ha recibido vacunas de virus inactivado”.
Además, según Wu Yifang, presidente de Fosun Pharma -socia china de BioNTech-, la Universidad de Hong Kong está llevando a cabo un estudio del rendimiento obtenido al mezclar la vacuna china de Sinovac con la de BioNTech y “los datos disponibles ahora mismo dan pie al optimismo”.
Desde hace meses, la comunidad científica debate sobre la necesidad y la efectividad de inyectar una tercera dosis, que podría ser de vacunas distintas a la inoculada con anterioridad.
Además, Fosun detalló que los reguladores de medicamentos chinos han terminado de revisar la vacuna de Pfizer-BioNTech, que se encontraría ahora en fase de revisión administrativa.
POLÉMICA EN PERÚ
En Perú, los profesionales de la salud evalúan una medida de fuerza como un paro nacional de 24 a 48 horas si es que el Ministerio de Salud (Minsa) no diseña un nuevo esquema de inmunización con las dos dosis de Pfizer e insistan en aplicarles una tercera dosis de la vacuna china Sinopharm con la que fue inmunizado el personal de la salud peruano.
“La vacuna Pfizer tiene un 95% de efectividad en protección a diferencia de la Sinopharm que cuenta con un 78%, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y no es aceptada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ni la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) de Europa”, dijo el secretario general del Sindicato Nacional Médico del Seguro Social del Perú (Sinamssop), Teodoro Quiñones.