Vivir en una comunidad nativa del Perú y enseñar a los más pequeños que no hablan el castellano son retos difíciles en la actualidad, sobre todo en tiempos de COVID-19, con poco acceso a herramientas tecnológicas para el estudio remoto, y esto lo sabe bien Ludwin Turco quien en el Día del Maestro recuerda su compromiso de convertirse en profesor para ser ejemplo de lucha en muchos jóvenes.
Como profesor en la I.E. Alto Timpía, en una comunidad matsigenka cercana a su natal Timpía en el distrito Megantoni, Cusco, Turco será uno de los miles beneficiados, como docentes de zona rural, dentro del grupo prioritario de inmunización contra el coronavirus, según informó el Ministerio de Educación, situación que permitirá el retorno sistemático a la enseñanza presencial y así continuar con su sueño de impulsar a más niños y jóvenes de etnias nativas a convertirse en profesionales.
Ludwin, un joven matsigenka que se graduó como profesor gracias a una beca universitaria financiada por Camisea, recuerda que no fue fácil convertirse en profesional, pero asume el desafío de impulsar a más jóvenes a seguir sus pasos porque sabe que es el camino de una vida con más oportunidades, mucho más aún en las comunidades ubicadas en el Bajo Urubamba, en la Amazonía de Cusco.
Pero su deseo tiene como aliado a un programa del Consorcio Camisea, operado por Pluspetrol, que ya entregó becas universitarias a unos 29 jóvenes para, al igual que Ludwin, graduarse como profesionales en las carreras de educación bilingüe Intercultural, ingeniería agraria con mención forestal, y administración y contabilidad.
Este proyecto, denominado “Becas de Formación Superior para alumnos del Bajo Urubamba” inició hace seis años, buscando que los estudiantes se consoliden y empoderen en la Universidad Católica Sedes Sapientiae (UCSS), así como lo vivió Ludwin Turco, quien ahora trabaja para los niños de las comunidades y quiere motivarlos a ser mejores cada día.
“Voy a sacar adelante a más estudiantes para que puedan seguir mis pasos. Yo sé que es muy complicado. Me gusta la carrera y quiero que mis niños aprendan algo. Sé que quieren ser profesionales”, explicó Ludwin.