El presidente de la Academia Mayor de la Lengua Quechua del Cusco, tras las publicaciones de El Diario del Cusco, que en dos oportunidades consecutivas ha lanzado la voz de alerta, denunció que el Ministerio de Educación provoca a la ciudad imperial en su identidad, tratando de dejar sin efecto la palabra Qosqo con una simple resolución ministerial.
Fernando Hermoza Gutiérrez, presidente, lamento este propósito de un ministerio, el cual refleja una conducta colonialista en plena república, tras indicar que esta campaña no es de ahora, sino viene de hace dos décadas el cual es del rechazo, además cuestiono al Ministerio de Cultura que no protege ni defiende el significado de un patrimonio.
Explico que el Qosqo es un nombre con miles de años de existencia, a la llegada de los españoles, por eso resultaba paradójico que durante los años 90 se insistiera en un debate falso entre el Cusco y Cuzco, colocándonos en una provocadora disyuntiva de escoger el nombre desde la única perspectiva y escritura española, pretendiendo desconocer nuestro origen andino.
“El Qosqo de acuerdo a los estudios de distintas disciplinas es una ciudad sagrada en el marco de la cosmovisión andina, por cuya razón su tratamiento nacional e internacional es reconocida como tal, por diversas instituciones como la UNESCO entre otros”, menciono.
Hermoza, más adelante indico que cada cierto tiempo, existen diversas estrategias desde el Ministerio de Educación para buscar e imponer dictatorial y administrativamente la denominación Qusqu, con el interés de legitimar su fracasada normalización trivocalica y desconocer la existencia de la post velar Q en el mediano plazo y reemplazarla por la K, maniobra que la oculta sibilinamente.
Ante estas agresiones centralistas, el presidente de la Academia Mayor de la Lengua Quechua, emplazo en forma publica a las principales autoridades de la ciudad, organizaciones representativas y al pueblo del Cusco a defender nuestra identidad y no permitir que atenten a nuestra identidad de Qosqo, tras emplazar también al gobierno nacional a intervenir de oficio.