En caso contrario no les permiten ingresar a Machu Picchu
En las ultimas semanas hemos sido testigos de la posición de personas que cuestionan a las empresas ferroviarias por el servicio que prestan hacia Machu Picchu, señalando que están perjudicando la reactivación turística, frente a ello operadores de turismo, precisaron días atrás que hay mayores abusos de parte de locales de restaurantes, hoteles que no bajan los precios y buscan recuperar con precios elevados lo que no ganaron en los meses de la cuarentena y dentro de estas denuncias se nos alcanzo un acta implementada por la municipalidad de Santa Teresa mediante el cual se obliga a los transportistas que hacen uso de la ruta Amazonica para el ingreso a Machu Picchu a consumir alimentos en tres restaurantes de dicho distrito e inclusive se les prohíbe que los pasajeros compren alimentos, bebidas o frutas de los comerciantes que son ajenos a los establecimientos beneficiados por el gobierno municipal de Santa Teresa.
Se llega al extremo que cada vehículo que ingresa por dicha ruta con turistas, es “escoltado” por un motociclista para conducirlos al restaurante favorecido, donde los visitantes y los operadores turísticos son obligados a consumir el menú que cuesta 15 soles, en caso no quieran consumir estos alimentos no les permiten seguir la ruta y son obligados a regresar por donde vinieron. Esta situación es un abuso y los propios turistas consideran que prácticamente los obligan a consumir alimentos que no desea.
Esta arbitrariedad ha sido impulsada por la propia municipalidad de Santa Teresa que posibilito la suscripción del acta de acuerdos, documento que los transportistas fueron obligados a firmar pues en caso contrario no les iban a permitir transitar, como si en Santa Teresa estaría vigente otra legislación. Además esta arbitrariedad es absolutamente discriminatoria pues solamente son favorecidos un reducido grupo de restaurantes impidiendo que otros habitantes de la zona puedan beneficiarse de la actividad turística, no les permiten vender una sola botella de agua y todo bajo el manto protector de la municipalidad distrital de Santa Teresa.