Se confirma que Quillabamba fue la única en aplanar curva de contagios
La curva epidémica de una enfermedad emergente como el Covid – 19 puede tener hasta 6 fases, aun cuando la respuesta inicial fue muy importante en términos de contención y se logró aplanar la curva en un primer momento hasta la Fase III de transmisión comunitaria hasta la primera quincena de julio; lo que vino después es la Fase V, donde la respuesta sanitaria de ese entonces no pudo controlar la epidemia, lo que se trajo consigo el colapso del sistema hospitalario y sanitario en la Región Cusco; a excepción de lo ocurrido en la ciudad de Quillabamba, donde si hubo un aplanamiento de la curva y no colapso su sistema sanitario, decir que en Cusco ocurrió lo que tenia que ocurrir, porque el COVID-19 curso su historia natural de la enfermedad y la respuesta no pudo controlar ni contener su avance, precisó el medico epidemiólogo Pablo Grageda.
Hoy en Cusco estamos en la Fase VI de Declinación del COVID-19 como parte de que la enfermedad esta cumpliendo su ciclo, y no esta asociado a un control del daño, al igual que ocurre en todo el país.
Este es el momento de analizar y evaluar lo ocurrido tanto desde el aspecto político de toma de decisiones, así como desde el aspecto técnico dentro del sistema de alerta-respuesta. Lo que significa que hay que elaborar de manera urgente por parte del Gobierno Nacional, el Ministerio de Salud, el Gobierno Regional del Cusco, la DIRESA Cusco y los Gobiernos Locales un Plan de Intervención Estratégica de carácter multisectorial y multinstitucional de base local que permita contar con recursos financieros y logísticos que subsanen las insuficiencias existentes en la primera ola del COVID-19 en la Región Cusco. Recordar que no basta contar con un plan y objetivos, sino que lo mas importante esta en su ejecución de manera eficaz, eficiente y efectivo, precisó el especialista.